Una lluvia de estrellas, menos conocida que las Perséidas pero mucho más brillante, acompaña desde hace unos días la noche terrestre, un fenómeno que alcanzará su tope máximo nocturno en la madrugada del sábado al domingo. Este año, dado que coincide con la Luna nueva, los aficionados a mirar el Universo tendrán más oportunidades de disfrutar del espectáculo, si las nubes lo permiten.
Se trata de la lluvia de estrellas de las Líridas, que no son más que el polvo que dejó a su paso la cola del cometa 'Thatcher', cuando rozó la atmósfera terrestre hace ya unos cuantos decenios.